pedro martori
2005-04-13 14:37:11 UTC
Posted on Wed, Apr. 13, 2005
DAVID ROCHKIND / Especial para The Miami Herald
Ricardi Pereida y otros civiles reciben entrenamiento militar
e n vecindario del oeste de Caracas
.
Las milicias chavistas causan alarma
por STEVEN DUDLEY / The Miami Herald
CARACAS
Ala caída de la tarde, el toque de corneta parecía anunciar una carga
de caballería. En respuesta al marcial reclamo, unos 80 jóvenes de camisas
blancas y negras gorras de pelotero salieron corriendo a formar filas en un
desierto estacionamiento al oeste de Caracas. ''Buenas noches'', rugió un
reservista del ejército, el sargento Ricardo Nahmens, vestido con uniforme
de camuflaje.
''¡Garantía de Seguridad y Defensa Nacional! ¡Buenas noches!''
respondieron al unísono los civiles.
Desde vendedores ambulantes hasta abogados, miles de venezolanos se
están alistando en las milicias creadas por el gobierno para luchar contra
cualquiera --especialmente contra tropas de Estados Unidos-- que trate de
perturbar la ''revolución bolivariana'' y socialista del presidente Hugo
Chávez.
''No queremos un país yanqui'', dijo Julimar García, un empleado
gubernamental de 29 años que ha estado entrenando desde febrero con las
unidades de la Defensa Popular. ``Si ponen sus pies aquí, estaremos listos
para barrer con ellos''.
Los críticos de Chávez alegan que, en la práctica, las milicias serán
un ejército privado al servicio del presidente y destinado menos a defender
la nación que a fortalecer su control sobre la misma.
Las milicias y la ampliación de las reservas militares representan una
''versión politizada de las fuerzas armadas, 10 o 15 veces mayores que
ellas, identificadas con el proceso revolucionario y subordinadas al
presidente'', dijo el vicealmirante retirado Rafael Huuzi, un abierto
opositor de Chávez.
Desde su elección en 1998, Chávez y sus aliados han conseguido el
control del Congreso y de los sistemas judicial y electoral. Aprovechando la
avalancha del dinero del petróleo, Chávez también ha extendido programas de
salud y de alfabetización a docenas de barrios pobres, proclamándose
recientemente a sí mismo ``socialista''.
El antiguo teniente coronel del ejército que encabezó un fallido golpe
de estado en 1992, también ha colocado a sus más cercanos seguidores en
posiciones militares clave. Y ahora, en parte a través de las milicias, está
buscando cambiar la doctrina militar del país y prepararse para una ''guerra
asimétrica'', es decir, para luchar contra un adversario superior.
''La única forma que tenemos de defendernos es con la guerra de
guerrillas'', dijo Rafael Cabrices, el dirigente de la nueva unidad de
milicias que se estaba entrenando el mes pasado con el sargento Nahmens.
''Venezuela está hecha para la guerra de guerrillas'', añadió
Cabrices, observando lo cercanos que están los edificios de apartamentos que
se alzan en las montañas que roden Caracas, una ciudad de unos 6 millones de
personas. ``Tendrán que tomarlos casa por casa''.
Esos que ''tendrán'' que hacerlo son los presuntos soldados
norteamericanos. En los últimos meses, las tensiones entre EEUU y el
gobierno de Chávez se ha estado intensificando aunque hayan mantenido sus
relaciones económicas, vitales para ambas naciones. Venezuela vende unos 1.5
millones de barriles de petróleo diarios a Estados Unidos.
Chávez regularmente alega que el gobierno norteamericano estuvo tras
el golpe del 11 de abril del 2002 que lo sacó brevemente del poder, y que
ahora está conspirando nuevamente para matarlo e invadir el país.
Washington niega tajantemente las alegaciones y observa haber
criticado públicamente el golpe del 2002. Dice estar preocupado por las
enormes compras de armas de Venezuela que incluyen 100,000 rifles
Kalashnikov, helicópteros rusos, aviones brasileños y lanchas rápidas
españolas.
Los funcionarios estadounidenses también están preocupados por las
estrechas relaciones económicas, políticas y de inteligencia entre Chávez y
La Habana.
La creación de ''unidades de defensa popular'' parece encajar bien
dentro de la vieja estrategia cubana de ''la guerra de todo el pueblo'': una
guerra irregular por parte de un ejército y de un pueblo que, aunque poco
entrenado en la guerra de guerillas y el sabotaje, esté supuestamente
apasionado por la defensa de su gobierno.
Cabrices dice tener 180 reclutas de las milicias en su barrio
caraqueño pero el gobierno ha anunciado planes para reclutar y entrenar en
todos los barrios. Chávez también está llamando a aumentar el tamaño de las
reservas del ejército, que actualmente son de unos 50,000 efectivos, mayor
que los estimados 32,000 soldados regulares.
Juntos, según ha dicho el presidente, con el tiempo las milicias y las
reservas llegarán a los cientos de miles y estarán directamente bajo su
mando.
Los opositores de Chávez dicen que esto no es más que la creación de
un ejército privado al servicio del presidente. ''Esto es la sentencia de
muerte de las fuerzas armadas profesionales'', dijo Huizi, que describió a
las milicias como ``paramilitares''.
Felipe Mujica, presidente del opositor Movimiento al Socialismo (MAS),
dijo que los verdaderos objetivos de las unidades de milicia eran de control
interno y no de defensa del país frente a un agresor extranjero.
''¿Cómo se va a poder competir en un proceso electoral justo'', se
preguntó Mujica, ''si se está compitiendo con una estructura paramilitar''
alineada con el gobierno?
Ver como se entrenaban las milicias el mes pasado mostraba claramente
que esos civiles necesitarían mucho entrenamiento antes de poder combatir en
una guerra.
No tenían armas y no se había dicho nada oficialmente de que las
fueran a tener alguna vez. Ninguno había tenido entrenamiento militar
anterior. Muchos estaban fuera de forma y no les resultaba fácil marchar en
línea recta.
Y algunos no parecían saber para qué tipo de guerra se estaban
preparando o por qué. Cuando un visitante hizo algunas preguntas sobre la
guerra asimétrica y de guerrillas, parecían confundidos. Y su información
sobre la presunta invasión de Estados Unidos, pronosticada por Chávez, es
extremadamente nebulosa en el mejor de los casos.
''Oímos tantos rumores, que no sabemos en qué creer'', dijo Lucy
Arrollo, maestra de pre-escolar de 35 años. ``Pero, como dice el refrán
``cuando el río suena, agua trae''.
DAVID ROCHKIND / Especial para The Miami Herald
Ricardi Pereida y otros civiles reciben entrenamiento militar
e n vecindario del oeste de Caracas
.
Las milicias chavistas causan alarma
por STEVEN DUDLEY / The Miami Herald
CARACAS
Ala caída de la tarde, el toque de corneta parecía anunciar una carga
de caballería. En respuesta al marcial reclamo, unos 80 jóvenes de camisas
blancas y negras gorras de pelotero salieron corriendo a formar filas en un
desierto estacionamiento al oeste de Caracas. ''Buenas noches'', rugió un
reservista del ejército, el sargento Ricardo Nahmens, vestido con uniforme
de camuflaje.
''¡Garantía de Seguridad y Defensa Nacional! ¡Buenas noches!''
respondieron al unísono los civiles.
Desde vendedores ambulantes hasta abogados, miles de venezolanos se
están alistando en las milicias creadas por el gobierno para luchar contra
cualquiera --especialmente contra tropas de Estados Unidos-- que trate de
perturbar la ''revolución bolivariana'' y socialista del presidente Hugo
Chávez.
''No queremos un país yanqui'', dijo Julimar García, un empleado
gubernamental de 29 años que ha estado entrenando desde febrero con las
unidades de la Defensa Popular. ``Si ponen sus pies aquí, estaremos listos
para barrer con ellos''.
Los críticos de Chávez alegan que, en la práctica, las milicias serán
un ejército privado al servicio del presidente y destinado menos a defender
la nación que a fortalecer su control sobre la misma.
Las milicias y la ampliación de las reservas militares representan una
''versión politizada de las fuerzas armadas, 10 o 15 veces mayores que
ellas, identificadas con el proceso revolucionario y subordinadas al
presidente'', dijo el vicealmirante retirado Rafael Huuzi, un abierto
opositor de Chávez.
Desde su elección en 1998, Chávez y sus aliados han conseguido el
control del Congreso y de los sistemas judicial y electoral. Aprovechando la
avalancha del dinero del petróleo, Chávez también ha extendido programas de
salud y de alfabetización a docenas de barrios pobres, proclamándose
recientemente a sí mismo ``socialista''.
El antiguo teniente coronel del ejército que encabezó un fallido golpe
de estado en 1992, también ha colocado a sus más cercanos seguidores en
posiciones militares clave. Y ahora, en parte a través de las milicias, está
buscando cambiar la doctrina militar del país y prepararse para una ''guerra
asimétrica'', es decir, para luchar contra un adversario superior.
''La única forma que tenemos de defendernos es con la guerra de
guerrillas'', dijo Rafael Cabrices, el dirigente de la nueva unidad de
milicias que se estaba entrenando el mes pasado con el sargento Nahmens.
''Venezuela está hecha para la guerra de guerrillas'', añadió
Cabrices, observando lo cercanos que están los edificios de apartamentos que
se alzan en las montañas que roden Caracas, una ciudad de unos 6 millones de
personas. ``Tendrán que tomarlos casa por casa''.
Esos que ''tendrán'' que hacerlo son los presuntos soldados
norteamericanos. En los últimos meses, las tensiones entre EEUU y el
gobierno de Chávez se ha estado intensificando aunque hayan mantenido sus
relaciones económicas, vitales para ambas naciones. Venezuela vende unos 1.5
millones de barriles de petróleo diarios a Estados Unidos.
Chávez regularmente alega que el gobierno norteamericano estuvo tras
el golpe del 11 de abril del 2002 que lo sacó brevemente del poder, y que
ahora está conspirando nuevamente para matarlo e invadir el país.
Washington niega tajantemente las alegaciones y observa haber
criticado públicamente el golpe del 2002. Dice estar preocupado por las
enormes compras de armas de Venezuela que incluyen 100,000 rifles
Kalashnikov, helicópteros rusos, aviones brasileños y lanchas rápidas
españolas.
Los funcionarios estadounidenses también están preocupados por las
estrechas relaciones económicas, políticas y de inteligencia entre Chávez y
La Habana.
La creación de ''unidades de defensa popular'' parece encajar bien
dentro de la vieja estrategia cubana de ''la guerra de todo el pueblo'': una
guerra irregular por parte de un ejército y de un pueblo que, aunque poco
entrenado en la guerra de guerillas y el sabotaje, esté supuestamente
apasionado por la defensa de su gobierno.
Cabrices dice tener 180 reclutas de las milicias en su barrio
caraqueño pero el gobierno ha anunciado planes para reclutar y entrenar en
todos los barrios. Chávez también está llamando a aumentar el tamaño de las
reservas del ejército, que actualmente son de unos 50,000 efectivos, mayor
que los estimados 32,000 soldados regulares.
Juntos, según ha dicho el presidente, con el tiempo las milicias y las
reservas llegarán a los cientos de miles y estarán directamente bajo su
mando.
Los opositores de Chávez dicen que esto no es más que la creación de
un ejército privado al servicio del presidente. ''Esto es la sentencia de
muerte de las fuerzas armadas profesionales'', dijo Huizi, que describió a
las milicias como ``paramilitares''.
Felipe Mujica, presidente del opositor Movimiento al Socialismo (MAS),
dijo que los verdaderos objetivos de las unidades de milicia eran de control
interno y no de defensa del país frente a un agresor extranjero.
''¿Cómo se va a poder competir en un proceso electoral justo'', se
preguntó Mujica, ''si se está compitiendo con una estructura paramilitar''
alineada con el gobierno?
Ver como se entrenaban las milicias el mes pasado mostraba claramente
que esos civiles necesitarían mucho entrenamiento antes de poder combatir en
una guerra.
No tenían armas y no se había dicho nada oficialmente de que las
fueran a tener alguna vez. Ninguno había tenido entrenamiento militar
anterior. Muchos estaban fuera de forma y no les resultaba fácil marchar en
línea recta.
Y algunos no parecían saber para qué tipo de guerra se estaban
preparando o por qué. Cuando un visitante hizo algunas preguntas sobre la
guerra asimétrica y de guerrillas, parecían confundidos. Y su información
sobre la presunta invasión de Estados Unidos, pronosticada por Chávez, es
extremadamente nebulosa en el mejor de los casos.
''Oímos tantos rumores, que no sabemos en qué creer'', dijo Lucy
Arrollo, maestra de pre-escolar de 35 años. ``Pero, como dice el refrán
``cuando el río suena, agua trae''.